Todo el que invoque el nombre del Señor será salvo. Romanos 10:13
Hace quince años me hicieron esta pregunta: «¿Quieres recibir a Jesús en tu
corazón?». Siempre llevo en mi corazón el agradecimiento por esa persona que fue
el instrumento que Dios usó para que llegara a sus caminos. Fue paciente, nunca
juzgó mi vida, ni mi condición. Por el contrario, fue sabio al llevarme a la
iglesia junto con mis princesas. ¡Gracias, Juancho!
Sé que muchos de ustedes ya hicieron esa decisión, pero les pido que en este
momento oren dondequiera que estén por las personas que hoy por primera vez
están a punto de contestar esta importante pregunta.
Es posible que hayas entendido el sacrificio de amor que hizo Dios por la
humanidad al entregar a su único Hijo Jesús para que muriera por nuestros
pecados en una muerte de cruz. Tal vez hayas entendido que Dios te ofrece el
perdón de tus pecados si le reconoces como tu Salvador. Sin embargo, el Manual
de Instrucciones dice que nadie llega al Padre sino es por medio de su Hijo
Jesucristo y que para salvación debe haber confesión. Déjame decirte que esto no
es cambiar de religión, sino comenzar una relación personal con Él.
Si quieres recibir a Jesús en este día, solo tienes que leer en voz alta esta
oración: «Señor Jesús, me presento delante de ti porque reconozco que soy
pecador. Te pido, mi Dios, que perdones mis pecados. Hoy abro mi corazón y te
recibo como el único y verdadero Salvador de mi vida. Entra en mi corazón.
Transforma mi vida. Perdóname, Señor, y escribe mi nombre en el Libro de la
Vida. En el nombre de Jesús, amén y amén».
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