Amen al Señor, todos sus fieles; él protege a los dignos de confianza. Salmo 31:23
¡Oh, Dios mío, qué claro eres en tu Palabra! Sin embargo, ¡qué necios somos! Por eso caemos con facilidad en las redes de Satanás que nos presenta todo llamativo y agradable. Entonces, a la larga viene el final tan amargo por nuestras equivocaciones.
Señor, tú creaste el matrimonio y estableciste como mandamiento la fidelidad, a fin de que seamos felices y bendecidos.
Ayúdanos, Padre, a tener nuestra mirada puesta en ti y a huir de la tentación.
Danos tanto el querer como el hacer, y pon en cada uno de nosotros un nuevo amor por nuestros cónyuges.
Perdóname, mi Dios, y restaura mi vida. Dame la oportunidad de reconocer mi falta y recuperar mi matrimonio.
También te pido que me guardes de la amarga experiencia de la infidelidad y de todo peligro. No me dejes caer en tentación y líbrame del mal, de modo que sea capaz de cumplir el pacto de fidelidad que hice en el altar.
En el nombre de Jesús, amén y amén.
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