Saturday, December 10, 2016

Devociones de Adviento - No esperes a otro


Juan, que estaba en la cárcel...envió a dos de sus discípulos para que le preguntaran: "¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?" (Mt 11:2-3)

Saber esperar. Saber a quién esperar. Esperanza... o frustración. ¡Pobre de aquel que no tiene más nada que esperar! ¡Qué negro es el futuro sin ningún tipo de esperanza!

Juan el Bautista había tenido un rol clave en relación con la venida del Mesías: él había sido destinado como profeta y portavoz, para preparar el camino de Cristo. Muchos, al escucharle, confesaron sus pecados y sus corazones volvieron a latir con esperanza. Dios estaba a punto de cumplir sus antiguas promesas. Juan había proclamado "preparen el camino para el Señor".

Pero ahora Juan estaba en la cárcel por predicar la verdad. Los poderes de este mundo siempre resisten la voluntad divina. Juan debía pagar un alto precio por el hecho de ser fiel, y cargar la cruz. Jesús, por su parte, había comenzado su ministerio. Grandes señales anunciaban que él era el que había de venir. Los ciegos veían, los cojos andaban, los leprosos eran limpiados. El Mesías estaba revirtiendo lo que el pecado había destruido. Por su vida, muerte y resurrección, comenzaba una nueva creación.

Pero Juan, humano como nosotros, parecía tener ciertas dudas: ¿Cómo es posible que todavía sufra, si Dios gobierna el mundo? Nuestras preguntas no son muy diferentes: ¿Por qué sufrimos tantas injusticias, si Cristo ya triunfó sobre la muerte, el diablo y el mundo?

Aunque a veces parezca que tenemos que esperar a otro Mesías, no hay otro que esperar aparte de Jesús de Nazaret. Sus fieles seguidores tenemos asegurada la entrada al Edén. Por fe, su victoria en la cruz nos pertenece.

Padre, enséñame a esperar en ti y en tu Hijo Jesucristo. Quiero vivir en la alegría de tu nueva creación. Por Jesús. Amén. 

© Copyright 2016 Cristo Para Todas Las Naciones

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