Yo, el Señor, no cambio. Malaquías 3:6a, BLPH
Hay algunas cosas que no deberían cambiar. Por ejemplo, cuando pido un Big Mac en McDonald´s, espero saborear dos hamburguesas con lechuga, queso, pickles y cebolla, en un pan para hamburguesas. No espero que sustituyan la carne por pescado o pollo.
Por otro lado, hay algunas cosas que sí deberían cambiar. Una de esas cosas que debería cambiar son los políticos que son un mal ejemplo para la sociedad, como lo fue un ex Intendente de la ciudad de Las Vegas. Quiero dejar en claro que no me importa mucho si en su vida privada andaba con coristas, bebía mucho y hacía muchas apuestas.
Pero con lo que sí tengo problemas es con que, al visitar una escuela primaria, el ex-Intendente les dijo a algunos alumnos de cuarto grado que, si estuviera varado en una isla desierta, llevaría con él una chica y una botella de ginebra.
También tengo problemas con un hombre que dice: "Si llego a gobernador, voy a retozar con chicas coristas, voy a seguir tomando ginebra y voy a seguir apostando a cualquier cosa que se mueva". Y cuando fue entrevistado por un periódico nacional, dijo: "¡Yo no voy a cambiar!"
A mí me parece que debería. Aun cuando estas devociones no se meten en política, sí creemos en la responsabilidad cristiana. Creemos que los cristianos tienen la responsabilidad de votar por quienes demuestran tener valores morales y éticos.
Lo hacemos porque nosotros hemos sido cambiados. Gracias al sacrificio del Salvador, los cristianos hemos sido lavados de nuestros pecados y llevados a la fe. Y ahora que hemos sido cambiados, queremos que nuestros líderes sean personas que se esfuerzan por no pecar y por servir con integridad.
ORACIÓN: Querido Padre celestial, te doy gracias por todos los cambios que tu Hijo ha hecho en mi vida. También te doy gracias porque tú nunca vas a cambiar. Te pido que nos bendigas con líderes responsables. En el nombre de Jesús. Amén.
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