El Señor [...] restaura a los abatidos y cubre con vendas sus heridas. Salmo 147:2-3, NVI
Dios mío, levanto una oración pidiéndote una porción mayor de fe y de esperanza para mi vida. Te quiero confesar que muchas veces he querido rendirme, pero cuando miro a mi alrededor y veo a mis hijos, mi familia y todo lo que has hecho por mí, entiendo que lo que necesito aprender es a descansar en ti.
Señor, enséñame a confiar en ti y a buscarte con todo mi corazón.
Permite, Padre santo, que crea en cada una de esas promesas maravillosas que me has dejado en tu Palabra y esperar por ellas.
Sé, mi Dios, que tú restauras al abatido y con tu amor cubrirás las heridas de tus hijos.
Anímame en este día y ayúdame a colocar mi mirada de manera exclusiva en ti y no en las circunstancias que estoy viviendo.
Un Día a la Vez Copyright © by Claudia Pinzón. La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI® Copyright © 1986, 1999, 2015 by Biblica, Inc.® Used by permission. All rights reserved worldwide.
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