Leer: Juan 14:15-26
La Biblia en un año: Salmos 43–45; Hechos 27:27-44
… el Espíritu de verdad […] mora con vosotros, y estará en vosotros (v. 17).
La abuela no hablaba con nadie ni pedía nada en la residencia de
ancianos. Parecía que apenas si existía, mientras se mecía en su vieja
silla chirriante. Como no tenía muchos visitantes, una joven enfermera
solía ir hasta su habitación cuando tenía un momento libre. No le hacía
preguntas para intentar que hablara; simplemente, acercaba otra silla y
se mecía con ella. Después de varios meses, la anciana le dijo: «Gracias
por mecerte conmigo». Estaba agradecida por la compañía.
Antes de regresar al cielo, Jesús prometió enviarles un compañero
constante a sus discípulos. Les dijo que no los dejaría solos, sino que
les enviaría al Espíritu Santo para que estuviera en ellos (Juan 14:17).
Esa promesa sigue teniendo vigencia para los que creen en Jesús hoy. Él
dijo que el Dios trino hará su «morada» en nosotros (v. 23).
El Señor es nuestro compañero íntimo y fiel durante toda la vida. Nos
guiará en nuestras peores luchas, perdonará nuestro pecado, escuchará
cada oración silenciosa y cargará con lo que nosotros no podemos llevar.
Podemos disfrutar de su dulce compañía hoy.
Querido Señor, gracias por darnos tu Espíritu como nuestro compañero constante.
El corazón del creyente es el hogar del Espíritu Santo.
No comments:
Post a Comment