Leer: Génesis 45:1-11
La Biblia en un año: Job 30–31; Hechos 13:26-52
… no me enviasteis acá vosotros, sino Dios… (v. 8).
«Percibir favoritismo es uno de los factores que más influyen en
la rivalidad entre hermanos», dijo la doctora Bárbara Howard,
especializada en desarrollo conductual. Un ejemplo sería José, el
personaje del Antiguo Testamento, que era el hijo predilecto de su
padre, lo cual enfureció a sus hermanos (Génesis 37:3-4). Por eso,
vendieron a José a unos mercaderes que viajaban a Egipto, y fingieron
que un animal salvaje lo había matado (37:12-36). El futuro de José
parecía sombrío.
Sin embargo, José decidió ser fiel a Dios incluso cuando parecía
empeorar su situación. Después de que la esposa de su amo lo acusara
falsamente y lo metieran preso por algo que no había hecho, José siguió
confiando en el Señor.
Años después, sus hermanos fueron a Egipto a comprar granos durante
una hambruna, y los aterró descubrir que su despreciado hermano menor
era el primer ministro. Sin embargo, José les dijo: «no os
entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para
preservación de vida me envió Dios delante de vosotros. […] no me
enviasteis acá vosotros, sino Dios» (45:5, 8).
Las palabras amables de José hacen que me pregunte: En su lugar,
¿querría vengarme o sería misericordioso como resultado de mi confianza
en Dios?
Padre, danos fe para confiar en ti y ver tu mano en nuestra vida.
En la hora más oscura, solo con los ojos de la fe podemos ver la mano de Dios.
No comments:
Post a Comment