Leer: Santiago 4:6-10
La Biblia en un año: Salmos 1–3; Hechos 17:1-15
… consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro (Romanos 6:11).
La llaman «La huella del diablo». Es una impresión con forma de
pie sobre el granito en una colina junto a una iglesia en Massachusetts.
Según la leyenda local, la «huella» apareció un día otoñal en 1740,
cuando el evangelista George Whitefield predicó con tal poder que el
diablo saltó del campanario de la iglesia y aterrizó sobre la roca al
huir del pueblo.
Aunque es solo una leyenda, nos recuerda una verdad alentadora de la
Palabra de Dios. Santiago 4:7 declara: «Someteos, pues, a Dios; resistid
al diablo, y huirá de vosotros».
Dios nos ha dado la fortaleza que necesitamos para resistir frente a
nuestro adversario y la tentación. La Biblia afirma que «el pecado no se
enseñoreará de [nosotros]» (Romanos 6:14) por la amorosa gracia de Dios
mediante Jesucristo. Cuando corremos a Jesús frente a la tentación, Él
nos permite permanecer firmes con su fuerza. Nada que enfrentemos en
esta vida puede superarlo porque Él ha «vencido al mundo» (Juan 16:33).
Al someternos a nuestro Salvador, rindiéndole nuestra voluntad y
caminando en obediencia a la Palabra de Dios, Él nos ayuda. Cuando
cedemos a lo que Él quiere en lugar de a la tentación, el Señor puede
pelear nuestras batallas. En Él, podemos vencer.
Señor, ayúdame a permanecer cerca de ti y a amarte con mi obediencia.
«La oración del santo más débil […] hace temblar a Satanás». Oswald Chambers
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