Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida.
~ Proverbios 4:23 (NVI)
El corazón es el órgano más importante del cuerpo. Diría que es el motor para que tú y yo estemos vivos. Bombea sangre todo el día y trabaja de manera incansable. Aunque tiene sus funciones bien establecidas, a veces falla.
Antiguamente decía, al igual que muchos: «Hagamos lo que diga el corazón». Esto era como dejarse llevar por lo que dictara el corazón y vivir lo que nos ofreciera el mundo. Entonces, cuando empecé a conocer más de cerca al Señor y a leer su Palabra, descubrí que era todo lo contrario: No debo tomar decisiones porque lo dicte mi corazón y que no hay nada más engañoso que nuestro propio corazón. Dios quiere que busquemos sabiduría, pero no en sí del corazón, donde se mueven todas las emociones.
En varias ocasiones, el Manual de Instrucciones habla de no dejarse corromper, de no contaminarse, porque del corazón salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, solo por mencionar algunas cosas.
Por eso hoy es otra oportunidad para decirle a Dios que queremos cuidar nuestro corazón y deseamos hacer su voluntad.
Un Día a la Vez Copyright © by Claudia Pinzón
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