No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente.
~ Romanos 12:2 (NVI)
La unción no cambia, lo que en verdad nos cambia es cuando renovamos nuestro carácter en Cristo. Es posible que alguien tenga un tremendo poder y ore por ti. Con todo, si no le entregas tu vida a Dios, no hay cambio, y si no hay cambio, no hay el verdadero carácter de Cristo.
Todos estamos en esa lucha, pues queremos dejar de fallarle a Dios y deseamos cambios radicales en nosotros. El cambio viene de adentro hacia fuera, ya que a Él le interesa transformarnos aunque a veces nos resulte doloroso.
Dios quiere que tengamos una nueva vida, pero antes debemos morir a lo que somos. Así que hay que morir para vivir. Puedo dar fe de que el cambio no viene todo en un abrir y cerrar de ojos. Sin duda, es un cambio hermoso el que Dios pone con su carácter, pues de repente lo que me gustaba hacer ya no me siento cómoda haciéndolo o por lo menos voy a pensarlo por la consecuencia.
El cambio es el mejor regalo que nos puede dar Dios. Nos da tantos beneficios que muchas veces me he dicho: «¿Por qué no te conocí antes, Señor? ¡De cuántas cosas me hubiera librado!». Si hubiera tenido antes a Dios, mis hijas no hubieran pasado por las muchas cosas a las que las expuse.
Entrega tu vida y cambia… es el mejor regalo para ti, después de la salvación.
Un Día a la Vez Copyright © by Claudia Pinzón
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