Si alguien se cree religioso pero no le pone freno a su lengua, se engaña a sí mismo, y su religión no sirve para nada.
~ Santiago 1:26 (NVI)
Señor, en este día te damos gracias por tu presencia en nuestras vidas. También te damos gracias por tu Palabra que nos examina y nos permite mejorar y cambiar comportamientos que no te son agradables.
Queremos, mi Dios, entregarte toda nuestra vida. En especial, queremos pedirte que nos ayudes a meditar sobre la importancia de controlar cada palabra que salga de nuestra boca.
Si le hemos hecho daño a alguien, danos la oportunidad de restituir y restablecer relaciones y contactos que se lastimaron por nuestra culpa.
Y, por favor, mi Señor, refrena nuestra lengua.
Te lo pedimos en el nombre de Jesús, amén y amén.
Un Día a la Vez Copyright © by Claudia Pinzón
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