Sunday, September 10, 2017

Un Dia a la Vez - Desesperación Testimonio de sanidad (cuarta parte)


La oración de fe sanará al enfermo y el Señor lo levantará. Y si ha pecado, su pecado se le perdonará.

¿Cuántas veces has vivido una prueba donde pasan los días y las semanas sin ver mejoría, ni cambio, y te desesperas? Lo que sucede es que lo que vemos y vivimos no coincide con lo que nos promete Dios.

Eso me pasó a mí. Tuve momentos en los que lloré amargamente. Tenía la promesa de que Dios me sanaría, pero mi condición me mostraba lo contrario, pues a duras penas podía caminar. Ni siquiera pude ingerir alimentos durante dos meses. Entonces, cuando pude comer, mi organismo rechazaba la comida. Era muy difícil sentir que no tenía control de mí misma, hasta tenía que usar pañales. Así que solo decía: «Dios puede sacarme de esto».

Fue una verdadera prueba experimentar el insomnio y pude entender a las personas con esta condición. Mis días eran eternos, largos, interminables. Por el día mi mente estaba un poco ocupada con las visitas y mi familia, pero cuando se iban todos, me quedaba en ese cuarto sola con un frío que me calaba los huesos sin poder dormir. Tuve extensas conversaciones con mi Dios donde le pregunté un sinnúmero de cosas y muchas no recibían respuestas.

No obstante, en medio de esa quietud obligada pude entender el propósito por el que estaba allí. En primer lugar, Dios me mostró que había descuidado mi salud y, en segundo lugar, que era muy autosuficiente. Estaba en tal vorágine de trabajo que no tenía tiempo ni para escuchar a Dios. Así que esa fue la única manera en la que, estando inmóvil, pude ver su voluntad para mi vida.

Un Día a la Vez Copyright © by Claudia Pinzón

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