Alimento Diario
Tú y tu familia
02 de Octubre 2017
Enójense, pero no pequen; reconcíliense antes de que el sol se ponga, y no den lugar al diablo.
Una historia muy triste ocurrió en París. Ante la muerte de su hermano, una señora invitó a su hijo para que fuera al funeral. Al no recibir ninguna respuesta, esta mujer asumió que su hijo todavía estaba enojado con ella por un pleito familiar ocurrido algún tiempo atrás.
Grande y dolorosa fue su sorpresa cuando, al salir del cementerio, descubrió que su hijo yacía enterrado en ese mismo cementerio.
Una historia verdaderamente conmovedora, especialmente cuando el capítulo final podría haber sido diferente si madre e hijo hubieran sabido lo que el versículo de esta devoción enseña.
Cada vez que oramos el Padrenuestro, decimos: "perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos...". Pero, ¿será que realmente practicamos estas palabras... todo el tiempo... con todos... especialmente con quienes nos han hecho algo muy malo?
No hay duda que eso es lo que el Señor Jesús quiere que hagamos. Después de todo, él se entregó para ser colgado en una cruz, y no perdonó a todos con excepción de los pecadores realmente malos.
Jesús murió para ganar el perdón de todos. Por lo tanto, en agradecimiento, devoción, y obediencia a él, debemos nosotros también perdonar a todos.
ORACIÓN: Señor Jesús, no sólo estoy sorprendido de que perdonaras los pecados de todo el mundo, sino que estoy en total admiración porque me has perdonado a mí. ¿Cómo puedo darte gracias? Envía tu Espíritu Santo para que ablande mi corazón y me ayude a perdonar a todos los que han pecado contra mí. En tu nombre. Amén.
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