La misericordia
Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.
~ Lamentaciones 3:22-23 (RV-60)
Todos somos pecadores y nacimos con esa ley del pecado. Sin embargo, el acto más hermoso de Dios para limpiar nuestra naturaleza pecaminosa, y sin merecérnosla, fue cuando nos dio a su único Hijo para que muriera por ti y por mí, y darnos de esa manera el perdón de los pecados y una vida nueva.
Dios perdona nuestros pecados y, como dice su Palabra, los echa al fondo del mar y nunca se vuelve acordar de ellos.
No obstante, como el pecado es algo que está en nuestro ser, muchas veces va a querer salir la vieja naturaleza y le vamos a fallar a nuestro Dios. Es decir, vamos a pecar. Aun así, esto no se debe convertir en un juego, como si dijéramos: «Ah, bueno, yo peco, pero le pido perdón a Dios y Él lo olvida».
Con todo, si el arrepentimiento es de corazón, y así le fallemos cada día, su misericordia es la que nos permite continuar a pesar de los errores cometidos.
Recuerda que las misericordias de Dios son nuevas cada mañana.
Un Día a la Vez Copyright © by Claudia Pinzón
Dios perdona nuestros pecados y, como dice su Palabra, los echa al fondo del mar y nunca se vuelve acordar de ellos.
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