Oportunidad contra beneficios
Sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.
~ Efesios 4:32 (NVI)
Cuando perdonas de corazón, vives un principio muy grande para tu vida. Sin duda, leíste bien el versículo de ayer. Por eso te invito a que pasemos la hoja y lo leamos juntos con detenimiento. Ese pasaje nos dice que si tenemos algo contra alguien lo perdonemos, para que Dios nos perdone también. O sea, para ponerlo bien claro: Si no perdonamos a los que nos ofenden, Dios tampoco nos perdonará nuestras ofensas.
Es muy fácil de comprender cuando lo leemos, pero muy duro muchas veces llevarlo a la práctica. En realidad, eso es vivir la Palabra de Dios. No se trata solo de leerla y comentar: «Ah, está bien», sino de aceptarla y decir: «Lo entiendo y lo voy a hacer».
La oportunidad tiene muchos beneficios. Entre otros, nos hace humildes. Es posible que estés pensando: «¡Se ve bien que no sabes lo que me hizo! ¿Cómo le voy a dar otro chance?». Pues ahí es justamente donde está la diferencia. Debes ser humilde, dejar el rencor y olvidar, pero de corazón, no de dientes para fuera de modo que cada vez que tengas otra situación vuelvas a traer a colación lo que pasó. ¡Y ojo, eso es muy dado en nosotras las mujeres!
Por lo tanto, siempre que intentas perdonar recibes bendición, pues al ser humilde y perdonar como Dios te perdona, das frutos de madurez y siembras en tu vida para bien. Entonces, cuando el día de mañana falles, seguro que te gustaría que te dieran otra oportunidad.
Recuerda: Todos los días cometemos errores, pero no todos los errores significan que no tienen remedio. Además, ten presente todo el tiempo que Dios es un Dios de oportunidades.
Un Día a la Vez Copyright © by Claudia Pinzón
Cuando perdonas de corazón, vives un principio muy grande para tu vida.
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