Cambios adecuados
En su angustia clamaron al Señor, y él los sacó de su aflicción. Cambió la tempestad en suave brisa: se sosegaron las olas del mar.
~ Salmo 107:28-29 (NVI)
¡Hay cambios de cambios! Unos los buscamos nosotros, otros se producen por circunstancias de la vida y los demás vienen de Dios con un propósito.
Cuando hacemos cambios sin pedir la dirección de Dios, es perjudicial porque nos apartamos de los planes que Él tiene para nosotros.
Muchas personas son muy inestables en toda la extensión de la palabra. Cambian de trabajo porque se molestaron con su jefe o porque se cansaron. Otros cambian de pareja como cambiar de zapatos, sin medir las consecuencias de cada una de estas decisiones. En realidad, no piensan que cada cambio que hacemos afecta a nuestros seres más queridos.
Ten presente que los cambios constantes en una persona muestran falta de estabilidad.
No están conformes ni felices con «nada».
Hay otro tipo de cambios debido a que nos obliga la vida: La muerte inesperada del cónyuge, una crisis financiera que provoca cambios radicales de vivienda y estilo de vida, un abandono repentino por tus padres, etc. Estos cambios son traumáticos en la vida de cualquier persona, y si a esto le sumas que no tienes una vida espiritual fortalecida, créeme que va a ser mucho más difícil.
Por eso, mis amigos, aprendamos de los errores y consultemos a papito Dios todos los cambios que consideremos. Entonces, cuando se presenten esas otras crisis con las que no contábamos, debemos tener presente que Dios cuida de sus hijos.
Un Día a la Vez Copyright © by Claudia Pinzón
¡Hay cambios de cambios! Unos los buscamos nosotros, otros se producen por circunstancias de la vida y los demás vienen de Dios con un propósito.
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