Aprendamos de nuestros hijos
Que nuestros hijos [...] crezcan como plantas frondosas; que sean nuestras hijas como columnas esculpidas para adornar un palacio.
~ Salmo 144:12 (NVI)
Este es el último devocional acerca de cómo nuestros hijos nos dan el ejemplo y la fuerza que necesitamos para salir adelante. En realidad, no solo nos debe llenar un cónyuge, pues los hijos nos los envió Dios a fin de que nos amen y nos acompañen.
Así que mi campaña está dirigida a decirte que no los maltrates y que comprendas todo lo que puedes crecer cuando aprendes de ellos. Apóyalos en sus talentos y pídele a Dios que te conviertas en la mejor madre o el mejor padre del mundo.
Bueno, por último, me queda Anacristina, a la que todos les decimos cariñosamente «Annie». Esta princesita, con tan solo cinco años, me ha cambiado la vida. Soy el antes y el después de Annie. Mi vida se transformó acto seguido de su nacimiento. Al final, me ubiqué en muchas esferas e hice pactos serios de cambio con Dios. Fueron los años de más estabilidad y orden que pude ofrecerles a todas.
Annie ha llenado nuestra casa de alegría. Es una nena talentosa, canta y baila. Sin embargo, lo más lindo es que tiene la gran constitución física para ser una gran deportista, pues nació con sus músculos muy flexibles. Annie, eres un amor para mí. Te amo con todo el corazón.
Un Día a la Vez Copyright © by Claudia Pinzón
Este es el último devocional acerca de cómo nuestros hijos nos dan el ejemplo y la fuerza que necesitamos para salir adelante.
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