Refugio de la tormenta
Leer: Éxodo 33:12-23 La Biblia en un año: Isaías 30–31 Filipenses 4
Cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano… (v. 22).
Cuenta la historia que, en 1763, un joven pastor que viajaba por un camino junto a un despeñadero en Somerset, Inglaterra, se metió en una cueva para refugiarse de los relámpagos y la lluvia torrencial. Al mirar hacia fuera, reflexionó en el regalo de hallar refugio y paz en Dios, y mientras esperaba, empezó a escribir un himno: «Roca de la eternidad», con sus memorables primeras líneas: «Roca de la eternidad, fuiste abierta para mí / Sé mi escondedero fiel, solo encuentro paz en ti».
No sabemos si Augusto Toplady, mientras escribía este himno, pensó en la experiencia de Moisés en la hendidura de una peña (Éxodo 33:22). El relato de Éxodo revela que Moisés buscaba la presencia y el apoyo de Dios. Cuando le pidió que le mostrara su gloria, Dios le respondió bondadosamente: «no me verá hombre, y vivirá» (v. 20). Entonces, mantuvo a Moisés dentro de la roca cuando Él pasó, y Moisés solo pudo ver sus espaldas. De este modo, supo que estaba con él.
Podemos confiar en que tal como Dios le dijo a Moisés: «Mi presencia irá contigo» (v. 14), nosotros también podemos hallar refugio en Él. Tal vez experimentemos muchas tormentas en nuestra vida —como Moisés y el ministro inglés de la historia—, pero cuando clamamos al Señor, Él nos dará la paz de su presencia.
Padre, ayúdame a confiar en que estás conmigo.
¿Cómo has visto la presencia amorosa de Dios durante alguna tormenta en tu vida?
Cuenta la historia que, en 1763, un joven pastor que viajaba por un camino junto a un despeñadero en Somerset, Inglaterra, se metió en una cueva para refugiarse de los relámpagos y la lluvia torrencial.
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