Espera el tiempo de Dios
Con todo mi corazón te he buscado; no me dejes desviarme de tus mandamientos.
— Salmo 119:10 (RV-60)
Esta semana aprendimos que debemos estar siempre preparados en lo espiritual a fin de poder afrontar las situaciones que se nos presentan en el diario vivir. Aprendimos sobre algunos de los errores que podemos cometer por alejarnos de Dios. Además, hablamos de tener muy presente con qué tipo de persona nos relacionamos, no solo en el ámbito de la amistad, sino también en los negocios, en los ministerios a los que nos asociamos y en quiénes llevamos a casa. En fin, necesitamos mucha sabiduría de nuestro Dios porque estos errores son muy frecuentes.
Ayer aprendimos que todo tiene su tiempo. Esto lo aplicamos al matrimonio, un paso tan importante y que muchos jóvenes dan sin siquiera estar seguros de amar a la otra persona. Es más, a veces se adelantan a lo que Dios les tiene o se dejan llevar por algunas personas que de manera irresponsable profetizan que serán marido y mujer. Entonces, cuando esas parejas se casan bajo tal presión ministerial, sus matrimonios no duran ni un suspiro. De ahí que cada vez veamos más jovencitas en las iglesias embarazadas y solas. ¡Niñas teniendo niños!
Que Dios nos ayude a ser buenos consejeros, líderes responsables, iglesias con doctrinas sanas y que las amistades con las que nos relacionemos sean sanas y adecuadas para los nuestros.
Un Día a la Vez Copyright © by Claudia Pinzón
Necesitamos mucha sabiduría de nuestro Dios porque estos errores son muy frecuentes.
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