Leer: Hebreos 13:1-2 | La Biblia en un año: Marcos 9:30-50
No os olvidéis de la hospitalidad… (Hebreos 13:2).
L a ocasión en que invitamos a comer a familias de cinco naciones
sigue siendo un recuerdo maravilloso. De alguna manera, la conversación
no se dio de a dos, sino que todos participamos del debate sobre la vida
en Londres, aportando perspectivas de diferentes partes del mundo. Esa
noche, mi esposo y yo reflexionamos en que habíamos recibido más de lo
que habíamos dado, incluida la calidez que sentimos al desarrollar
amistades nuevas y aprender sobre culturas diferentes.
El escritor de Hebreos concluyó sus conceptos con algunas
exhortaciones respecto a la vida comunitaria; entre ellas, que sus
lectores debían continuar recibiendo a los extranjeros. Al hacerlo,
«algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles» (13:2). Tal vez se refería a
Abraham y Sara, quienes, como vemos en Génesis 18:1-12, recibieron a
tres extraños, fueron generosos con ellos y les prepararon un festín,
tal como se acostumbraba en los tiempos bíblicos. No sabían que las
visitas eran ángeles que les llevaban un mensaje de bendición.
No invitamos a personas a nuestra casa esperando recibir algo a
cambio, pero, a menudo, recibimos más de lo que damos. Que el Señor
extienda su amor a través de nosotros y dé la bienvenida a aquellos con
quienes compartimos.
Señor, quiero glorificarte compartiendo con otros lo que me has dado.
Cuando somos hospitalarios, compartimos la bondad y las dádivas de Dios.
No comments:
Post a Comment