Leer: Santiago 2:14-26
La Biblia en un año: Job 14–16; Hechos 9:22-43
… Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras (v. 18).
Mientras mi amiga conducía hacia el supermercado, observó que una
mujer caminaba al lado de la carretera y sintió que debía regresar y
ofrecerse a llevarla. Cuando lo hizo, se entristeció al enterarse de que
la mujer no tenía dinero para el autobús, así que estaba caminando
muchos kilómetros en un clima caluroso y húmedo. No solo estaba
emprendiendo el largo viaje de regreso a su casa, sino que había
caminado varias horas para llegar a su trabajo a las cuatro de la
mañana.
Al ofrecerse a llevarla, mi amiga aplicó la instrucción de Santiago
de poner la fe en práctica: «Así también la fe, si no tiene obras, es
muerta en sí misma» (2:17). Al apóstol le preocupaba que la iglesia se
ocupara de las viudas y los huérfanos (1:27), y quería que no ofrecieran
solo palabras vacías, sino que actuaran por fe y obraran con amor.
Somos salvos por fe, no por obras, pero ponemos en práctica nuestra
fe al amar a otros y suplir sus necesidades. Que, al igual que mi amiga,
podamos mantener los ojos abiertos para ayudar a los que lo necesiten,
mientras transitamos juntos este camino de la vida.
Señor Jesucristo, llevaste a cabo la obra suprema al morir en la cruz por mí. Que nunca olvide el sacrificio que me da vida.
A través de nuestras buenas obras, ponemos en práctica nuestra fe.
No comments:
Post a Comment