Monday, April 29, 2019

Devocional de la CPTLN del 30 de Abril de 2019 - Obediencia simple


ALIMENTO DIARIO

Obediencia simple

30 de Abril de 2019

En Damasco había un discípulo llamado Ananías, que había tenido una visión en la que el Señor lo llamaba por su nombre. Ananías había respondido: "Aquí me tienes, Señor." El Señor le dijo: "Levántate y ve a la calle llamada 'Derecha'; allí, en la casa de Judas, busca a un hombre llamado Saulo, que es de Tarso y está orando. Saulo ha tenido una visión, en la que vio que un varón llamado Ananías entraba y le imponía las manos, con lo que le hacía recobrar la vista." Ananías respondió: "Pero, Señor, he sabido que este hombre ha tratado muy mal a tus santos en Jerusalén. También sé que los principales sacerdotes le han dado autoridad para aprehender a todos los que invocan tu nombre." Y el Señor le dijo: "Ve allá, porque él es para mí un instrumento escogido. Él va a llevar mi nombre a las naciones, a los reyes y a los hijos de Israel. Yo le voy a mostrar todo lo que tiene que sufrir por causa de mi nombre." Ananías fue y, una vez dentro de la casa, le impuso las manos y le dijo: "Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo." Al momento, de los ojos de Saulo cayó algo que parecían escamas, y éste recibió la vista. Luego que se levantó, fue bautizado; y después de comer recobró las fuerzas y durante algunos días se quedó con los discípulos que estaban en Damasco.

Realmente me gusta Ananías. Es un cristiano común y corriente llamado a escena por solo un momento. Imagínalo: allí está Ananías, en la rutina diaria, quizás un poco preocupado porque ha escuchado que Saulo está llegando a la ciudad para arrestar a los cristianos. ¡Y de pronto Dios le dice que vaya a visitar a Saulo y lo sane! Debe haber sido como que le dijeran que fuera y pusiera las manos sobre un león hambriento. Sorprendido, Ananías dice: "Pero, Señor, he sabido que este hombre ha tratado muy mal a tus santos en Jerusalén...", ¿estás seguro que tienes en mente al hombre correcto? ¿Estás seguro que quieres enviarme a mí?

Y Dios lo confirma: "Ve allá, porque él es para mí un instrumento escogido... Yo le voy a mostrar todo lo que tiene que sufrir por causa de mi nombre." Entonces Ananías deja de discutir. Se levanta, se dirige a la dirección que Dios tan claramente le indica y, efectivamente, allí está Saulo. Ananías no se detiene. ¡Pone sus manos sobre Saulo e incluso lo llama "hermano"! Y Dios usa su obediencia para sanar de inmediato la ceguera de Saulo.

Que yo sepa, nunca volvemos a escuchar algo más sobre Ananías. Pero, ¡mira qué diferencia hizo su obediencia! Estuvo disponible cuando hizo falta; temeroso, sin duda, pero estuvo. Y Dios bendijo eso.

Muy pocos de nosotros seremos famosos; ciertamente no tan famosos como Saulo, quien más tarde llegó a ser el apóstol Pablo. Más bien somos como Ananías. Y eso está bien. Porque, conocidos o desconocidos, todos los cristianos vivimos la vida real y eterna que Jesús ganó para nosotros a través de su sufrimiento, muerte y resurrección de entre los muertos. Nuestros ojos están en Jesús. A él es el a quien amamos y a quien nos dedicamos, y lo que importa es su opinión sobre nosotros. ¿No es maravilloso cuando tenemos el honor de servirle, ya sea de manera grande o pequeña?

ORACIÓN: Querido Señor, ayúdame a concentrarme en amarte y servirte solo a ti. Amén.

Dra. Kari Vo

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Realmente me gusta Ananías. Es un cristiano común y corriente llamado a escena por solo un momento.

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