Siempre quise aprender a tocar el violonchelo, pero nunca encontré tiempo para tomar clases. O más precisamente, nunca me hice de tiempo. Pensé que tal vez en el cielo, pueda dominar ese instrumento. Mientras tanto, quise enfocarme en usar mi tiempo en las formas específicas en que Dios me ha llamado a servirle ahora.


La vida es corta, y muchas veces, nos sen-
timos presionados a aprovechar al máximo el tiempo en este mundo, antes de que se nos vaya. Pero ¿qué significa esto en realidad?


Tras meditar en la vida, el rey Salomón recomendó dos cosas. Primero, vivir de la forma más significativa posible, disfrutando las cosas buenas que Dios nos permite experimentar: comida y bebida (Eclesiastés 9:7); ropa y perfumes (v. 8); el matrimonio (v. 9); y todas sus buenas dádivas… ¡incluso quizá, aprender a tocar el violonchelo!


La segunda recomendación es trabajar con diligencia (v. 10). La vida está llena de oportunidades, y debemos aprovechar todas las que Dios nos da, buscando su sabiduría para saber cómo equilibrar el trabajo y la diversión mientras ejercitamos nuestros dones para servirlo.


La vida es un don maravilloso de Dios, y lo honramos a Él cuando nos deleitamos, tanto en sus bendiciones diarias como en un servicio útil.
Señor, ayúdame a vivir este año para ti 
y cumpliendo tus propósitos.

Podemos disfrutar de las bendiciones de Dios 
y ser una bendición para los demás.


© 2019 Ministerios Nuestro Pan Diario
Siempre quise aprender a tocar el violonchelo, pero nunca encontré tiempo para tomar clases. O más precisamente, nunca me hice de tiempo. Pensé que tal vez en el cielo, pueda dominar ese instrumento. Mientras tanto, quise enfocarme en usar mi tiempo en las formas específicas en que Dios me ha llamado a servirle ahora.