Leer: 2 Pedro 1:1-11
La Biblia en un año: 2 Crónicas 15–16; Juan 12:27-50
… todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder… (v. 3).
A menudo, me siento completamente inepto para las tareas que tengo
por delante. Ya sea enseñar, aconsejar o escribir, el desafío suele
parecer mayor que mi capacidad. Al igual que Pedro, tengo mucho que
aprender.
El Nuevo Testamento revela los defectos de Pedro al intentar seguir
al Señor. Mientras caminaba sobre el agua hacia Jesús, empezó a hundirse
(Mateo 14:25-31). Cuando arrestaron al Señor, negó conocerlo (Marcos
14:66-72). Sin embargo, su encuentro con el Cristo resucitado y el poder
del Espíritu Santo le cambiaron la vida.
Pedro entendió que «todas las cosas que pertenecen a la vida y a la
piedad nos han sido dadas por [el] divino poder [de Dios]» (2 Pedro
1:3). ¡Qué afirmación para un hombre con tantos defectos!
«[Dios] nos ha dado preciosas y grandísimas promesas […], habiendo
huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia»
(v. 4).
Nuestra relación con el Señor Jesús es la fuente de toda sabiduría,
paciencia y poder que necesitamos para honrar a Dios, ayudar a los demás
y cumplir con los desafíos de hoy. A través de Él, podemos superar
nuestras dudas y sentimientos de incompetencia.
Para cada situación, Él nos ha dado todo lo que necesitamos para servirlo y honrarlo.
Padre, gracias por darme todo lo que necesito para servirte y animar a otros.
Dios promete proveer todo lo que necesitamos para honrarlo con nuestra vida.
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