Tuesday, August 7, 2018

Devocional del CPTLN del 08 de Agosto de 2018 - Benefactor


ALIMENTO DIARIO

Benefactor

08 de Agosto de 2018

Pero Jesús les dijo: «Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que tienen autoridad sobre ellas son llamados benefactores; pero entre ustedes no debe ser así, sino que el mayor entre ustedes tiene que hacerse como el menor; y el que manda tiene que actuar como el que sirve.

En los 28 años que serví como pastor en una parroquia, nunca tuve que visitar a alguien que estuviera enfermo con cólera. Quizás sea porque, a menos que uno coma algún marisco crudo infectado o beba agua contaminada, es muy difícil contraer esa enfermedad.

Es por ello que tuve que buscar información acerca del cólera después que leí que, hace unos años, casi 1.000 personas murieron en Zimbabue debido a una epidemia, y alrededor de 16,000 resultaron infectadas. Lo que descubrí fue que el cólera puede matar a una persona en menos de un día. Pero también aprendí que, si se le trata con agua, azúcar, y potasio, la mayoría de las personas logra recuperarse en forma relativamente fácil.

La pregunta que me surgió fue: "¿por qué, entonces, murieron tantas personas?" La respuesta es bastante simple: porque el presidente del país lo permitió. Robert Mugabe, el entonces presidente, dijo: "Me alegra mucho decir que no tenemos cólera". Y luego agregó: "Ahora que no hay cólera, no hay razón para la guerra". Al decir eso, el presidente estaba tratando de evadir una intervención humanitaria y militar.

Entonces recordé las palabras de Jesús. En su última cena Jesús dijo que, aun cuando los reyes y autoridades opriman a sus súbditos pero aun así se crean benefactores, los seguidores de Jesús deben servirse mutuamente.

Hace casi 2.000 años que Jesús dijo esas palabras, y nada ha cambiado. Muchos gobernantes todavía se aferran al poder, y algunos hasta permiten que sus pueblos sufran. Por otro lado, hay iglesias y hogares cristianos en los que los hijos de Dios se sirven mutuamente, y también a sus enemigos.

Los cristianos servimos con alegría. Y no puede ser de otra forma, porque hemos visto al Salvador que dejó su trono en el cielo y vino a un pesebre en la tierra. Para servir y salvar a la humanidad, Jesús vivió una vida perfecta y dejó que lo crucificaran, para que todos los que creen en él como Salvador, sean perdonados y reciban la promesa de un lugar en el cielo.

Juan lo dice mejor aún: "Nosotros amamos a Dios porque él nos amó primero. Si alguno dice: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios, a quien no ha visto? (1 Juan 4:19-20).

ORACIÓN: Señor Jesús, por tu sacrificio y servicio soy salvo. Te pido que me ayudes para que mi agradecimiento se demuestre en la forma en que trato a los demás. Envía tu Espíritu Santo a los gobernantes y autoridades de este mundo para que se conviertan en verdaderos "benefactores". En tu nombre. Amén.

© Copyright 2018 Cristo Para Todas Las Naciones. Que a través de estos devocionales, la Palabra de Dios te refresque en tu diario caminar.
En los 28 años que serví como pastor en una parroquia, nunca tuve que visitar a alguien que estuviera enfermo con cólera.

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