Tuesday, August 20, 2019

Devocional de la CPTLN del 21 de Agosto de 2019 - Ayuda en la lucha


ALIMENTO DIARIO

Ayuda en la lucha

21 de Agosto de 2019

Levanten, pues, las manos caídas y las rodillas entumecidas; enderecen las sendas por donde van, para que no se desvíen los cojos, sino que sean sanados.

Un boxeador se sienta en la esquina del ring, codos apoyados en las cuerdas, manos enguantadas colgando caídas. La sangre le gotea por la esquina de la boca y un brillo de color frambuesa comienza a hinchar su ojo derecho. La habitación es oscura, húmeda de sudor y llena de humo.

Después de sufrir una lluvia de golpes de un oponente que pensó que podía aguantar, casi agotado se pregunta cuánto más va a poder soportar. Le duelen las costillas, le zumban los oídos y la lengua encuentra un hueco donde solía tener un diente. No contaba con esto. ¡Ring! Segunda vuelta.

¿No es así a veces con nosotros? Nos enfrentamos a oponentes que creemos que podemos "aguantar" y, en nuestros mejores días, tal vez incluso derrotar. Un poco de preparación antes de la pelea y nos sentimos bastante bien. Esquivamos algunos golpes, desviamos otros y nos enorgullecemos de nuestros reflejos felinos. Estamos listos, nos decimos. "¡Ajustarse los guantes y manos a la obra!"

¡Gran error! Al igual que el boxeador, es posible que encontremos más de lo que esperábamos. Nuestro entrenamiento físico puede funcionar contra oponentes de carne y hueso, pero jamás vamos a igualar a aquél que no solo quiere noquearnos, sino que quiere ponernos seis pies bajo tierra.

El escritor del libro a los Hebreos conoce bien las batallas que enfrentamos, y a Aquél que las enfrentó antes que nosotros. Es por eso que dice: "consideren a aquel que sufrió tanta contradicción de parte de los pecadores, para que no se cansen ni se desanimen" (Hebreos 12:3).

Cuando nos golpean de izquierda a derecha, Jesús está presente (ver Salmo 46:1). Él nos escucha cuando llamamos (1 Juan 5:14-15), y nos ayuda en nuestras necesidades. Cuando nuestras rodillas estén débiles y se agote nuestra fuerza, Dios nos revivirá. Él avivará nuestros corazones contra los enemigos que enfrentamos, asumiendo nuestra lucha y dándonos la victoria. "Cuando me encuentre angustiado, tú me infundirás nueva vida; Me defenderás de la ira de mis enemigos, y con tu diestra me levantarás victorioso" (Salmo 138:7).

¡Qué amigo nos es Cristo! Él recibió los golpes que merecíamos y nos levantó cuando estábamos derribados.

ORACIÓN: Padre celestial, luchamos con nuestra carne y el enemigo. Enséñanos a volver a tu Palabra todos los días y encontrar allí la fuerza y el coraje que necesitamos para la vida. En el nombre de Jesús oramos. Amén.

Paul Schreiber

Para reflexionar:
  • ¿Qué haces cuando tu vida se sale de control?
  • ¿Cuáles son tus versos favoritos de las Escrituras para encontrar fuerza para la vida?

© Copyright 2019 Cristo Para Todas Las Naciones. Que a través de estos devocionales, la Palabra de Dios te refresque en tu diario caminar.
¿Qué haces cuando tu vida se sale de control?

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