Sunday, February 23, 2020

CPTLN devocional del 24 de febrero de 2020 - Regocíjate con temor


ALIMENTO DIARIO

Regocíjate con temor

24 de Febrero de 2020

Ustedes, los reyes: ¡sean prudentes! Y ustedes, los jueces: ¡admitan la corrección! Sirvan al Señor con reverencia y ríndanle culto con temor reverente. Ríndanse a los pies de su Hijo, no sea que él se enoje y ustedes perezcan, pues su enojo se enciende de repente. ¡Bienaventurados son los que en él confían!

Ríndete a los pies del Hijo, o perece. Declara tu lealtad al Rey, o muere. Podríamos esperar una demanda así de un gobernante, pero no la consideraríamos una declaración muy acogedora si se refiriera a Jesús. La sociedad actual rechaza toda idea de verdad absoluta. Muchos dicen que las personas son libres de vivir de acuerdo a su "verdad" personal, en tanto no se impongan a otros. Las encuestas indican que incluso algunos cristianos son reacios a hablar de su fe, pues creen que está mal transmitir sus creencias a otros.

Sin embargo, la Biblia nos dice: "Ríndanse a los pies de su Hijo, no sea que él se enoje y ustedes perezcan". Jesús, el Hijo y Rey a quien debemos lealtad, habló de manera similar a aquellos que rechazaron su señoría: "El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama" (Mateo 12:30). Como proclama el salmo, Dios el Padre estableció a este Rey, su Hijo unigénito: "Ya he establecido a mi rey sobre el monte Sión, mi lugar santo". A su Hijo entronizado, Dios dice: "Pídeme que te dé las naciones como herencia, y tuyos serán los confines de la tierra" (Salmo 2:6, 8b).

Sin embargo, ningún gobernante terrenal llegó al poder como lo hizo este Rey. En la batalla no hubo ejércitos ni tratados: solo la muerte terrible y humillante del Rey. Pronto observaremos la temporada de Cuaresma donde, durante 40 días, veremos al Rey sufrir rechazo, traición y condena. Lo seguiremos mientras da sus pasos finales a un lugar de ejecución fuera de Jerusalén. Lo veremos coronado de espinas y levantado, no en un trono, sino clavado en una cruz. Allí en la cruz, este poderoso Rey que exige nuestra lealtad derramó su sangre para expiar los pecados de todas las naciones. Al morir, su cuerpo fue removido y puesto en una tumba prestada, un final sin gloria para cualquier reino. ¡Pero ese no fue el final! En la mañana de Pascua, su tumba estaba vacía. ¡Nuestro Rey ha resucitado de los muertos y reina en gloria!

Con su muerte y resurrección, Jesús destruyó los poderes del pecado y la muerte que nos mantenían cautivos. Dios "nos ha librado del poder de la oscuridad y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo " (Colosenses 1:13). Llamados por el Espíritu Santo para creer estas buenas nuevas por fe, y con gran gozo, nos rendimos a los pies del Hijo, declarándolo Rey de reyes y Señor de señores. El salmista nos invita: "Sirvan al Señor con reverencia y ríndanle culto con temor reverente". Y así adoramos a nuestro Rey, cuya sangre ha lavado nuestros pecados. Con gentileza y respeto invitamos a otros a unirse a nosotros para declarar, por el poder del Espíritu, su lealtad al Rey que murió para salvarlos.

ORACIÓN: Jesús, te adoramos como Señor y Rey. Solo en ti tenemos el perdón y el don de la vida eterna. Ayúdanos para que podamos proclamar a quienes nos rodean la esperanza que nos has dado. Amén.

Dra. Carol Geisler

Para reflexionar:
  1. ¿Ha cambiado tu confianza en los gobernantes a lo largo de los años? ¿Cómo y por qué?
  2. ¿Influye tu fe en forma significativa en tu comportamiento público?

© Copyright 2020 Cristo Para Todas Las Naciones. Que a través de estos devocionales, la Palabra de Dios te refresque en tu diario caminar.
¿Ha cambiado tu confianza en los gobernantes a lo largo de los años? ¿Cómo y por qué?

No comments:

Post a Comment