Monday, June 22, 2020

Devocional CPTLN del 23 de junio de 2020 - Penumbra y perdición


ALIMENTO DIARIO

Penumbra y perdición

23 de Junio de 2020

El profeta Jeremías le respondió al profeta Jananías, también delante de los sacerdotes y de todo el pueblo que estaba reunido en la casa del Señor. Le dijo: «Así sea. Que así lo haga el Señor y confirme tu profecía, de que los utensilios de la casa del Señor, y todos los que fueron llevados a Babilonia, volverán a este lugar. Sin embargo, escucha lo que voy a decirte, a ti en primer lugar, y también a todo el pueblo: Los profetas que nos antecedieron a ti y a mí, anunciaron guerras, aflicción y peste contra muchos países y contra grandes reinos. Si el profeta anuncia paz, y sus palabras se cumplen, entonces se le reconoce como un profeta verdadero, enviado por el Señor.»

Este pasaje de Jeremías me causa gracia. Veamos el contexto: como profeta del Señor, Jeremías había estado advirtiendo a la gente acerca de su maldad, diciéndoles que las cosas solo empeorarán si no se arrepentían. El rey de Babilonia ya se había llevado a muchos hebreos, a su rey y algunos de los muebles del templo. Y lo que les espera es aún peor.

Pero hay otro hombre, que también dice ser un verdadero profeta, que les dice: "No, no va a suceder. Dios va a traer a todas esas personas y cosas de regreso a casa muy pronto y tendremos paz y todo va a estar bien".

Jeremías no lo soporta. Incluso se pone un poco sarcástico, y le dice: '¡Amén! ¡Espero que el Señor haga exactamente lo que dijiste! Pero debes recordar una cosa: en el pasado, todos los verdaderos profetas predijeron cosas terribles como guerra, hambre y enfermedad. Entonces, cuando aparece un profeta como tú y predice paz, bueno, solo tendremos que esperar y ver si lo que dices se hace realidad. Entonces sabremos si el Señor te envió. ¡Porque realmente no lo creo!'

Por supuesto que sabemos el final de la historia. El otro profeta era un mentiroso, y lo que dijo no se hizo realidad. Y cuando miramos la historia humana, vemos que solo los delincuentes prometen una vida fácil. Todos esos anuncios sobre duplicar tu dinero, perder 50 libras o curar el cáncer, bueno, resultan ser mentiras. La vida es más dura que eso.

Eso no quiere decir que las cosas buenas nunca sucedan. Dios nos ha prometido perdón, alegría y vida eterna. ¿Qué podría ser mejor que eso?

Pero todas esas cosas tienen un precio muy alto. Oh, no para nosotros, aunque sin duda tendremos algo de sufrimiento en el camino. Pero el precio real fue pagado por el mismo Señor. Para darnos todas esas cosas buenas, Dios mismo se convirtió en un ser humano y caminó por el largo y duro camino hacia el Calvario. Él se unió a nuestro sufrimiento. No, mejor que eso: Él tomó nuestro sufrimiento sobre sí mismo y nos liberó. Él tomó nuestro lugar y murió nuestra muerte, y luego resucitó de los muertos para compartir su victoria y vida eterna con nosotros, aquellos a quienes ama.

Es cierto que la vida es difícil, como todos sabemos, y que no hay respuestas fáciles. Pero hay Uno que ha superado todos los problemas y males por nosotros: nuestro Señor Jesucristo.

ORACIÓN: Señor, cuando tengo problemas, ayúdame a confiar solo en ti. Amén.

Dra. Kari Vo

Para reflexionar:
* ¿Alguna vez te ha engañado alguien que te promete más de lo que podría cumplir?

* ¿De qué manera te reconforta saber que Jesús nunca te va a mentir?
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¿Alguna vez te ha engañado alguien que te promete más de lo que podría cumplir?

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