Salmo 4:1, NVI
Señor Jesús, hoy quiero pedirte perdón porque reconozco que he estado enviciado con mi trabajo. También he sido negligente porque me he concentrado en servirte y he descuidado lo más preciado para ti, mi familia.
Reconozco que mi vida puede estar llena de conflictos porque me equivoqué al cambiar el orden que estableciste y en el que me encargas que atienda a mi familia en primer lugar.
Sé que me he encerrado mucho en mis necesidades financieras y que he luchado en mis fuerzas por alcanzar lo que necesito. Así que te pido perdón por haber descuidado a mis hijos y mi cónyuge al disfrazarlo con mi trabajo.
Te necesito y necesito de tu sabiduría para vivir de acuerdo con tu voluntad.
Amén y amén.
Un Día a la Vez Copyright © by Claudia Pinzón
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